El papel de la pequeña burguesía.

Los comunistas venezolanos, históricamente venimos insistiendo en que la contradicción a resolver en el seno de la formación social venezolana es la que existe entre La Nación y el imperialismo. Esta premisa conduce a entender que la construcción del Socialismo pasa por una fase de liberación nacional: no como “etapa” rígida inexorable, sino en cuanto relación de contradicciones y sus conflictos que terminan permeando y caracterizando el conjunto de relaciones sociales. Esta tesis de los comunistas encuentra antecedentes en La III Conferencia de Partidos Comunistas de América Latina, de 1934, y obliga a recordar los planteamientos leninistas en torno a la revolución democrático-burguesa y la revolución socialista, como elementos de una misma fase; a pesar de que los alaridos de pusilánimes anticomunistas venezolanos pretendan construir telenovelas de este planteamiento.

Lenin advierte y caracteriza en 1905 la situación en base a algunos aspectos importantes a considerar, y que han sido estimados por los comunistas venezolanos, en esta situación concreta:

1) obligante garantizar la existencia “de un partido separado e independiente y rigurosamente clasista”;

2) ser conscientes de que las tareas que se imponen en la revolución democrático-burguesa (de liberación nacional en nuestro caso) son para los comunistas temporales y transitorias;

3) el partido necesita que sus objetivos inmediatos están claros; y, será “la propia marcha de las cosas” la que “impondrá de manera inevitable” y durante esta fase las alianzas necesarias.

Incluso Lenin llega a plantear en 1908 cuestiones tan concretas, y tan actuales para nosotros en el marco de esta discusión, como el hecho de que”es absurdo (…) lanzar consignas como la creación de las ‘comunas revolucionarias’”. El problema estriba en confundir las tareas y condiciones de la revolución democrático-burguesa y los de la revolución socialista. Por ello las políticas llegan a tener tantas imprecisiones y tantas desviaciones como las que se derivan de la construcción de un supuesto Poder Popular con apoyo del poder constituido, que no lo quiebra ni lo sustituye, siendo que el llamado “proceso” está en manos de la pequeña burguesía; y es que “la propia marcha de las cosas nos impondrá de manera inevitable durante la revolución democrático-burguesa tal masa de aliados procedentes de la pequeña burguesía…”.

Consignas como las “comunas” y el “socialismo municipal” tan en boga en nuestros días como panaceas redentoras, ahora sí, del verdadero, auténtico y novedoso socialismo, encontraron en Lenin un fuerte contrincante al considerarlas como expresiones de una pequeña burguesía que tan solo “sueña con la paz social, con la conciliación de clases, y quiere desviar la atención pública de los problemas fundamentales de todo régimen económico y de toda estructura del Estado, haciendo que se concrete en las cuestiones menudas de la administración autónoma local”, toda vez que las visiones localistas, territoriales, no alteran las bases de dominación del capitalismo sino que legitiman “la estrecha esfera local de gastos que la propia burguesía entrega a la gestión del pueblo”.

Llegamos entonces a un punto medular: si la revolución bolivariana transita en los marcos del Estado burgués, y el mismo se sustenta en una pequeña burguesía que lo direcciona asegurándose permanentemente que el movimiento obrero no trastoque con su presencia sus bases de dominación ¿cómo situar el papel de esa pequeña burguesía en el escenario del debate entre las tareas de liberación nacional y las de la construcción socialista?

”La pequeña burguesía (…) prevé no la lucha de clases después de la revolución burguesa, sino la prosperidad y la satisfacción generales (…) El método pequeñoburgués es el método de organización de unas relaciones de la mayor paz posible”. Por ello la importancia de profundizar la comprensión en las formas del Estado capitalista, en el marco de una lucha de clases que promueve cambios importantes. De ahí, entender que la burguesía como clase dominante, y aun cuando no ocupa directamente espacios en el aparato del Estado, lo domina.

Si en el caso venezolano era expresa la presencia de la burguesía a través de sus representantes de forma directa en ministerios de la economía o el Banco Central hasta finales del siglo XX; ciertamente esa situación ya no se presenta tan directa, abierta o formalmente, sino que emplea otros mecanismos. Lo cierto es que en toda nuestra historia republicana, la burguesía jamás ocupó totalmente el aparato del Estado, prefiriendo para su dominio la utilización de “intermediarios”, dejando a la pequeña burguesía (a través del componente militar o de sus partidos) la direccionalidad del Estado burgués.

Poco se ha logrado avanzar en función de la destrucción de las bases de dominación de la burguesía en la sociedad venezolana en los actuales momentos. Las políticas pretendidamente construidas en esa dirección (misiones, la nueva legalidad de un subordinado “Poder Popular”, las nacionalizaciones, las EPS, etc.) y las acciones expresamente realizadas para impedir avances en esa dirección como la consciente negativa a que una nueva Ley Orgánica del Trabajo sea construida desde las bases del movimiento obrero y sindical clasista son claros ejemplos de los límites de la pequeña burguesía la cual sabe que culminar las tareas de la liberación nacional y la consolidación del rumbo socialista irán de la mano con la exacerbación de la lucha de clases.

La amplia alianza patriótica antiimperialista, fundamental para completar la revolución nacional liberadora, no debe impedirnos ver y prepararnos para los nuevos escenarios de confrontación.

Es importante recordar que “quien se guía en su actividad únicamente por la simple fórmula de la ‘revolución democrático burguesa no ha terminado’, contrae en cierto sentido el compromiso de garantizar que la pequeña burguesía tiene la probabilidad de ser independiente de la burguesía. Y con ello se entrega impotente en el momento actual, a merced de la pequeña burguesía”.

 Miembro del Comité Central del PCV, Sociólogo y profesor universitario Escrito por Armiche Padrón * Miércoles, 14 de Diciembre de 2011 16:52.

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